Mi calma son los colores de la arena, el mar y el cielo, el susurro de las olas al romper en la orilla, la brisa marina con perfume a sal. Es fácil para mi perderme en estos días primaverales de invierno, en esa calma de paisajes desérticos, sin gentío, sombrillas ni bullicio,en los laberintos de la calma, esa que da la soledad que te acompaña, que te habla, y te sonríe, soledad ansiada y buscada a lo largo del frio invierno. La calma de mis pies al hundirse en la fría arena, en mi piel al ser bañada por el sol, que la calienta, de mis ojos al perderse en el horizonte lejano y azul , de mi pelo al ser mecido por el aire y mi olfato al inhalar el olor a sal .Calma de mis sentidos que inunda mi ser, que mece mi mente hasta sumirla en un sueño, un sueño de horizontes lejanos y azules, un sueño de ojos azules como el cielo, de susurros, de caricias ,de aromas y de anhelos. Más despierto y me libero, pues la vida me llama y de poner los pies en el suelo, para con paso firme y certero hacerle frente a un día entero.
Rosa 16 de Marzo de 2017